Como es costumbre
cada vez que viajo, llego antes a la terminal y elevo una plegaria para que el
viaje sea bueno y para que en lo posible viaje sin acompañantes. Es que no me
gusta ir hablando con nadie. Ese viaje era mas importante la soledad porque
hasta Jujuy son 26 horas y quería disfrutar la soledad. Sin embargo, cuando vi
que mi compañera de asientos era esa morocha tan hermosa pensé que Dios me había
dado un verdadero regalo. Acomodé mi bolso de mano en el buche y me senté del
lado del pasillo.
Buenas noches, le
dije,
Buenas noches, contestó
con voz sensual
¿Vas hasta
Jujuy?, me preguntó
Si
Yo también. De
hecho te aviso que no soy de mucho hablar, incluso me gusta viajar sola, no me
gusta que se me sienten al lado a hablar de cosas que a uno no le interesa,
pero esta vez estoy contenta que me tocó un bombón como vos.
¡’Muchas gracias!
Le dije, usted también es una mujer muy hermosa.
Mmm, ya veo que
nos vamos a llevar bien.
¿Cuántos años
tenes hermoso?
55, le respondí
asombrado. (muy pocas veces una mujer me dice hermoso)
Aparentas muchos
menos (me dijo mientras largaba una fuerte carcajada que me hizo suponer que
era una ironía)
Hablamos mucho,
me preguntó si era soltero, de donde venía, me dijo que ella era de San Isidro,
cerca de mi casa, de Tomkison al 2400 y en cada frase me tiraba un piropo.
Llegando a Santiago
del Estero, ya no aguantaba mas y me dijo: espero no ser muy atrevida, pero
quiero pedirte algo.
¡Pedí con
confianza! Le dije.
¿No me llevas al
baño mi amor?
Yo me quedé
asombrado. Sabía que muchas personas tienen la fantasía erotica del baño del avión,
pero ¿Del micro?....
¡Por favor mi
vida, no doy mas!
Si vamos,
respondi.
Inmediatamente puso
su mano izquierda sobre mi hombro y con la derecha tomó el bastón blanco
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