Detrás de cada poema hay escondido mil sentimientos. Pensamientos y realidades que superan al poeta.
Esta madrugada me despertó la calandria y decidí levantarme a escribirle un poema de agradecimiento. Tomé un papel y lo puse sobre la mesa y comencé a escribir: “que dulce y alegre es tu canto...” inmediatamente después mi mente divagó y se puso a pensar en el papel ecológico que recibía mis palabras. Papel hecho con los restos de la caña de azúcar que en lugar de tirarlo, con el hacen papel.
¡qué interesante!, pensé. En mi poema a la calandria, hay escondida toda una plantación de cañas de azúcar. Cañas que fueron exprimidas y exprimidas y cuando ya no le pudieron sacar mas jugo, la hicieron papel. Igual que a los trabajadores del cañaveral, lo exprimen, lo exprimen y cuando a fin de mes no tienen más jugo le dan como salario una limosna que no le alcanza para salir de la pobreza.
Están todas las noches oscuras de Ledesma que en complicidad genocida apagaba las luces para que no vean a los cobardes secuestradores.
En este papel donde pensaba dedicarte un poema, calandria, hay torturas, desaparecidos, muertos, hombres que lucharon pelando cañas para endulzar la vida de otros haciendo amarga la suya.
El canto de la calandria se ha puesto triste. Pero nunca, NUNCA fue tan esclarecedor…. y revolucionario
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