Dos poesías de poco contenido literario pero de mucha irreverencia
HERÁCLITO
El árbol con sus ojos verdes
Se ve reflejado en el río
Mas descifrar no ha podido
Y se ha quedado perplejo
Si el río pasa y no es el mismo
¿Será el mismo su reflejo?
¿Seré yo el mismo árbol?
- llora el sauce entristecido -
si el reflejo es el pasado
que se va llevando el río
el futuro me arrebata
en su cauce cristalino
cómo aquel árbol que llora
ninguno de nosotros será el mismo
todos somos un reflejo
que lleva el tiempo en su río
mar de la vida efímera
hacia el océano del olvido
Añoro esa tierra donde nunca estuve
De tanto leer a Machado
Extraño pasear por el Duero
Nunca estuve allí
Eso es cierto
pero cuantas veces
Don Antonio me ha llevado
En sueños
Extraño esa tierra donde nunca estuve
Extraño los campos de Castilla
Añoro recorrer toda Galicia
Recuerdo ese lugar que nunca iré
Tal vez sea ese el sentido del poeta
(Que hoy homenajeo, irreverente)
De destruir distancias y fronteras
De mostrarnos un mundo que sólo existe
Cuando existe un trovador que sueña
San Isidro, 16 de agosto de 2006
invierno 2006
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